
El Ministerio de Agricultura da otra vuelta de tuerca y, sin escuchar al sector, complica y encarece la identificación animal con un nuevo sistema que la mayoría de los países de la UE han rechazado y cuyo coste recae de manera exclusiva en el ganadero
Pese a la tan cacareada simplificación administrativa, el Ministerio de Agricultura se empeña en incrementar los costes de los ganaderos de extensivo y sobre todo en complicarles todavía más la gestión de sus explotaciones, sin que medie una obligación legal para hacerlo y sin que de ello se derive ningún beneficio adicional para el ganadero o para el consumidor.
La identificación animal y la trazabilidad son una preocupación compartida por todo el sector ganadero. En el caso del vacuno, este asunto quedó resuelto hace ya más de 30 años cuando se impuso la identificación individual mediante crotal auricular. Un sistema, que ha demostrado sobradamente su eficacia, y que permite que, desde su nacimiento, el 100% de los animales esté correctamente identificado con un número propio y exclusivo (su D.N.I) que llevan prendido en ambas orejas.
ASAJA está totalmente en desacuerdo con la implementación de esta nueva e innecesaria obligación a partir del próximo 30 de junio, puesto que el sistema actual, basado en una identificación convencional individualizada, es suficiente y adecuado para permitir y garantizar la trazabilidad de los animales. El crotal electrónico no ofrece ninguna garantía adicional en lo que se refiere a trazabilidad, supone un sobrecoste y dificulta la gestión del manejo y el movimiento de animales.
El mayor coste de los crotales y de los duplicados, la imposibilidad de realizar el movimiento de animales que han perdido el crotal electrónico hasta su sustitución, o el manejo y la distorsión que se dará con los animales importados, en los que esta identificación no es obligatoria, son tres de los problemas que se presentan ante esta nueva obligación.
Entendiendo que la identificación electrónica puede suponer un avance en la automatización de los procesos en los cebaderos industriales, para que sea realmente útil a nivel general es necesario que la cadena esté preparada con la tecnología adecuada. Es evidente que en este momento no se da esta circunstancia.
Por tanto, ASAJA considera inaceptable que tenga que implantarse de forma obligatoria en todo el sector. Si se quiere trabajar en este sentido, en primer lugar, tendría que facilitarse y promoverse la digitalización de la cadena.
Es importante señalar que el Reglamento delegado (UE) 2019/2035 de la Comisión de 28 de junio de 2019 por el que se completa el Reglamento (UE) 2016/429 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo referente a las normas sobre los establecimientos que tengan animales terrestres, no establece la obligación de implantar este sistema de identificación electrónica en vacuno, de hecho, según el informe de la Comisión Europea publicado en agosto de 2023 solo cinco países han establecido la identificación electrónica obligatoria en todo su territorio.
Por otro lado, en los considerandos se reconoce que generalizar, con carácter obligatorio, la identificación electrónica en toda la Unión Europea podría tener efectos económicos adversos para algunas explotaciones, por lo que se sugiere introducir este método de identificación de manera voluntaria, para que pueda ser elegido por los poseedores de animales que puedan obtener beneficios económicos con su uso, y se insta además a los Estados miembros a estudiar las repercusiones del uso de la identificación electrónica obligatoria en los pequeños ganaderos antes de imponerlo.
Por todo ello, ASAJA insta al MAPA a no implantar este nuevo sistema de identificación electrónica obligatoria en el caso del vacuno, y a no ir más allá de permitir su uso con carácter meramente voluntario.