
Mientras en otros ámbitos puede ser viable su aplicación, en el campo se enfrenta a obstáculos insalvables: jornadas marcadas por la estacionalidad y la climatología, dificultades tecnológicas y una estructura laboral que no encaja en los esquemas tradicionales.
El Consejo Económico y Social (CES) ha aprobado el dictamen sobre el anteproyecto de ley de reducción de jornada, registro horario y desconexión digital, un marco normativo que ASAJA considera inaplicable en el sector agrario en su forma actual.
La organización agraria ha trabajado junto al resto de agentes sociales y representantes de la sociedad civil con presencia en el CES para trasladar al Gobierno la necesidad de ajustar la normativa a la realidad del campo. ASAJA advierte que el registro horario es inviable en el medio rural, donde las condiciones laborales dependen de factores climáticos y estacionales, además de enfrentar dificultades tecnológicas como la falta de cobertura en muchas explotaciones.
Asimismo, la organización subraya que la desconexión digital es difícil de aplicar en el sector agrario, ya que la actividad de los agricultores y ganaderos no se ajusta a un horario convencional y requiere una disponibilidad constante.
ASAJA ha reiterado que el Ministerio de Trabajo sigue sin conocer la realidad del medio rural y ha instado a los legisladores a trabajar en una normativa específica para el sector, que tenga en cuenta sus particularidades y garantice su viabilidad.